Las entidades del Tercer Sector y la economía social estrechan poco a poco sus lazos porque buscan objetivos comunes. Sus caminos tienden a cruzarse. No obstante, se empiezan a detectar “distorsiones” capaces de ralentizar este proceso. Francisco López y Segarra, presidente de Patim reflexiona sobre este desencuentro y la necesidad de ajustar las alternativas que han surgido bajo el paraguas de las finanzas éticas a las inquietudes reales de la mayoría de las organizaciones que constituyen el actual tejido asociativo, las pequeñas ONG.
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